domingo, 28 de febrero de 2016

4. Sonrisillas.

Esta semana volvía a casa y pensé escribir una nota en el blog, y al final no lo hice. La nota debía empezar diciendo que un hombre volvía a casa atravesando la neblina milanesa con una sonrisilla dibujada en la cara. A continuación explicaría que ese hombre era yo y que la niebla era por exigencias del guión, porque en realidad hace tiempo que no tenemos niebla por aquí. 

La sonrisilla, sin embargo, era auténtica. Y tenía un motivo: el reciente acuerdo entre PSOE y C's, y las reacciones que había suscitado. Dicho todo esto, habría entrado a  detallar por qué el acuerdo me había dibujado una sonrisilla en la cara. Por razones que no vienen al caso al final no lo hice, pero por el camino apareció un 
post de Tse, siempre puntual, sobre las justificaciones del acuerdo que han dado unos y otros, y  decidí dejar allí mi opinión  al respecto. Reproduzco y adecento un poco lo que dejé dicho allí: 

En mi opinión el acuerdo entre PSOE y C's es una jugada inteligente dentro de la partida partidista (con perdón) que beneficia a sus protagonistas y perjudica a los que se han quedado fuera. Lo demás son excusas y discursitos de cara a la galería. No es bonito, pero así son las cosas. 

El PSOE tiene como prioridad llegar a la presidencia del gobierno, y eso implica no pactar con el PP (porque ... ¿cómo iban a exigir quedarse ellos con la presidencia, teniendo menos votos?). Gobernar les interesa por las razones por las que interesa gobernar a todo el mundo. Pero evitar una gran coalición les interesa especialmente porque no quieren PASOKizarse ni SPDizarse. En ese sentido, no hay que olvidar la importancia que tiene tiene diferenciarse del principal rival para vender la propia “marca política”: en “Fuego y cenizas” Michael  Ignatieff  explica muy bien esto.

La jugada de C’s es algo más complicada, pero creo que es más o menos como sigue. El acuerdo interesa a los naranjas porque si sale bien, les permite estar cerca del gobierno, ampliando su visibilidad y reforzando su imagen de partido fiable, de Estado. Pero hay un detalle importante, y es que este acuerdo amplía su potencial base electoral: la gente tiende a considerarles más de derechas de lo que son (la “marca blanca del PP” ¿recuerdan?) y con este acuerdo se ganan una pátina de centristas (y les ayuda a colmar 
un prometedor espacio en el espectro político). Hasta @Egocrata empieza a mirar con mejores ojos a Ciudadanos.

Rajoy quizás habría podido evitar esta jugada lanzándose a saco a un pacto con C’s desde el principio, pero no sé si C’s habría aceptado, porque creo que les interesa más este acuerdo. En cualquier caso, no han estado muy rápidos.

En definitiva, creo que Sánchez le ha comido la tostada a Rajoy. Si la jugada no sale y se vota de nuevo, creo que PSOE y C’s subirán -creo que estos meses se están haciendo largos y votar a partidos que pueden llegar a acuerdos puede ser un incentivo- y tendrán más posibilidades aún de gobernar.

Me consta que la Verdadera Socialdemocracia (TM) está feliz. 

Y de ahí mi sonrisilla. 

***


La semana trae otra sonrisa por la aprobación en el Senado (era el escollo más importante, el Congreso debería dar menos problemas) de la "ley Cirinnà", que permitirá las uniones civiles entre homosexuales. Aunque sea un acuerdo mejorable, es una de esas leyes que solucionan problemas muy concretos a un montón de personas (estimo que a un 23% de la población milanesa, con un pico cercano al 38% durante la Semana de la Moda).  Pero bien mirado, como explica 
Luca Sofri tan lúcidamente como suele, el acuerdo da para un brindis veloz y poco más. La sonrisa aquí se queda también en sonrisilla.